En un día sin Sol, fue Olimpia el triunfador

Olimpia logró una parte, la más importante, de sus propósitos ayer, al triunfar sobre Sol de América. La otra, la que apunta al rendimiento, queda aún en deuda, pues el elenco de Solalinde mostró serias falencias, sobre todo en el primer tiempo. David Villalba fue el héroe del equipo decano.

La expectativa que generó el nuevo Olimpia quedó colmada en su faceta fundamental, al lograr los tres primeros puntos en el torneo Clausura, que desea ganarlo para cortar seis años de distanciamiento de la gloria y tres de ausencia en la Libertadores.

Lo consiguió con mucho trabajo ante un rival como Sol de América que no le tuvo miedo y salió a la cancha en Luque (donde ofició de local) a plantearle el juego con valentía y decisión.

La velocidad de los delanteros Zeballos y Ortigoza, y el aporte del promisorio zurdo Ortega fueron armas que explotó muy bien el elenco danzarín, que tuvo en Pereira a un preciso lanzador para dar cumplimiento al plan esbozado, que les permitió a los azules llegar al primer gol, anotado por Pablito, tras asistencia de su compañero de avanzada.

Olimpia soportó el golpe en el peor momento de su producción y solo la astucia de David Villalba –reemplazante en el equipo titular del “Toro” Acuña, cuyo pase no llegó a tiempo y no pudo ser alistado– y la mala apreciación de Carlos Amarilla permitieron que se sancionara un tiro libre en la media luna del área solense, por una falta que no existió de Almirón contra aquel.

El precioso remate del mismo Villalba significó el empate en una definición suave y exacta que hizo olvidar el origen de la maniobra.

Tampoco entonces Olimpia tomó las riendas del juego, y Sol mantuvo una iniciativa que lo acercó a un nuevo desequilibrio.

Pero la historia fue bien distinta en el segundo tiempo. El Sol se apagó y, aún sin un aporte de valor de parte de Osvaldo Díaz, Palacios y Edison Giménez, Olimpia consiguió presionar contra su atorado rival, hasta conseguir el segundo tanto, nuevamente a través de Villalba, quien tocó sobre la salida de Aquino, tras recibir un buen pase de Cristian Martínez.

Con la fuerza recuperada a través de los cambios, Sol apuró con desorden en los tramos finales, pero los buenos reflejos de Lapczyk y la sobriedad transmitida por Gamarra no dieron espacio a la posibilidad de ahogar el grito triunfal del Decano en el primer paso dado en procura de revivir tiempos de gloria.

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