22 septiembre 2007


Creación del Sol, Luna, otras estrellas y planetas, por Michelangelo. Si la Biblia es literal esto ocurrió hace cerca de 6.000 años.

¿Cuál es el verdadero origen del universo?

Existe hoy en día un movimiento que inútilmente intenta conciliar la Ciencia con la Religión, ignorando que estos dos ámbitos de la vida humana se separaron hace casi 400 años con el juicio a Galileo Galilei. Pero en determinadas condiciones y con mucha imaginación aún sería posible unir el relato bíblico a los conocimientos científicos.



Sobre el origen del mundo, la Religión judeocristiana occidental tradicionalmente se ha emitido al relato del Génesis, escrito en el Egipto del año 1350 a.C. por Moisés.

La cronología expuesta en el Génesis fue finalmente fijada por el académico irlandés James Ussher en 1701, quien tomó las fechas de diferentes partes de la Biblia y comparó estas fechas con varios documentos antiguos y fuentes arqueológicas.

Si el Génesis es literal y verdadero, entonces la luz, los cielos y la Tierra fueron creados el domingo 23 de octubre del año 4004 a.C., los mares fueron creados el lunes 24 de octubre del 4004 a.C., los continentes y las plantas el martes 25 de octubre, el Sol, la Luna, los otros planetas y otras estrellas el miércoles 26, los seres acuáticos y las aves el jueves 27 y los animales terrestres y el ser humano el 28 de octubre del 4004 a.C. Para el 29 de octubre del 4004 a.C. el Universo estaba listo y no había nada más que retocar.

Sin embargo, observando y probando durante los últimos tres siglos desde la cronología de Ussher hemos visto que las cosas son un poco diferentes. Las evidencias empíricas nos muestran a todos, creyentes y no creyentes, que la creación del mundo (si la hubo) está en un tiempo no observado, antes de que el Universo comenzara una gran expansión conocida como Big Bang y del cual surgieron los cielos y la luz hace 13 700 millones de años. Las primeras estrellas surgieron hace 13 mil millones de años, el Sol hace 4900 millones de años, la Tierra, la Luna y otros planetas hace 4600 millones de años, los primeros seres acuáticos hace 3600 millones de años, los primeros animales terrestres hace 520 millones de años, las primeras plantas hace 480 millones de años, los primeros seres humanos hace 3,18 millones de años, los seres humanos actuales hace 100 mil años, y aún hoy el Universo sigue cambiando y evolucionando constantemente sin que veamos bien hacia dónde se dirige.

Antes de acusar a uno u otro bando de mentiroso tal vez podamos hacer un ejercicio mental e intentar ver bajo qué condiciones estas discrepancias se podrían explicar.

SI LA BIBLIA ES LITERAL

Una opción es que el Génesis es verdadero y el Universo realmente fue creado en la semana del 23 al 29 de octubre del año 4004 a.C., pero Dios lo creó de tal manera que nada más aparenta tener miles de millones de años, simplemente para probar nuestra Fe. Esto parte de la suposición de que Dios es todopoderoso y por tanto podría crear pistas falsas que nos hagan creer que el Universo es muy viejo cuando en realidad sólo tiene unos 6000 años.

Es una línea de pensamiento similar a la que decía que los fósiles de dinosaurios en realidad eran obras del Diablo para despistar a los seres humanos, o el caso del sacerdote que se negó a observar por el telescopio de Galileo porque decía que era un instrumento satánico y no conocería la verdad acerca del Universo a través de él.

Pero hablando más en serio, nadie estuvo en las primeras épocas para saber cómo realmente era, ni cómo fue evolucionando. Lo único que podemos hacer es suponer que fue de determinada forma entendiendo como funciona actualmente y suponiendo que ha estado funcionando de la misma manera desde que surgió.

Pero si las leyes de la naturaleza son arbitrarias y caprichosas y cambian constantemente, según diga Dios, entonces no tendremos manera de saber cómo era el Universo en el pasado, cuándo fue este pasado, ni qué cambios hubo.

Sin embargo, no hay ninguna evidencia fuera de los relatos religiosos que apoye esta suposición. Lo más simple es pensar que las pruebas físicas que tenemos a mano son reales y no frutos de un engaño o espejismo.

SI LA BIBLIA ES METAFÓRICA


El telescopio espacial Hubble es uno de los modernos instrumentos que nos permiten ver las regiones más antiguas del Universo, a través de miles de millones de años-luz de distancia.

La otra posibilidad es que el Génesis es simplemente una metáfora y el Universo en realidad fue creado por Dios en el Big Bang hace 13 700 millones de años, de modo que Ciencia y Religión están de acuerdo. Esto es lo que probablemente piensa la mayoría de la población, y es una buena tentativa de conciliar la necesidad de vivir en un mundo moderno rodeado y dependiendo de la Ciencia y la Tecnología, y la cultura religiosa heredada o adquirida según las necesidades emocionales o espirituales de cada uno.

Pero aún así, hay dos problemas: uno es que si la Biblia ahora no es literal sino que está sujeta a la interpretación de cada uno según los tiempos cambien y los conocimientos científicos avancen, va a resultar difícil decidir qué parte de la Biblia es literal y qué parte es inventada o exagerada. Debemos recordar que muchos todavía dicen que Jesús de Nazaret sí podía realizar milagros verdaderos y no simples trucos de ilusionista, y sí resucitó de entre los muertos y no que su cuerpo fue robado o escondido por sus seguidores. Ver la Biblia según la conveniencia del momento le quita credibilidad.

Comúnmente esta hipótesis todavía implica que Dios jugó algún papel en el destino del Universo, ya sea creando las leyes iniciales de la naturaleza o guiando la evolución por tal o cual camino. Inclusive se dice que Dios influye en el día a día de las personas hasta hoy.

Pero ahora el problema es que Dios no consigue ser tan caprichoso o todopoderoso como en la hipótesis anterior: tiene que respetar ciertas normas, ciertas leyes de la naturaleza para que el Universo tenga consistencia y no sea algo caótico, imposible de predecir.

En esta hipótesis la voluntad de Dios tiene límites. ¿Cuáles son esos límites, y por qué son esos y no otros? ¿Por qué las leyes de la naturaleza son las que son, y no son otras? Hasta ahora, no vemos una explicación para esto. Es más, el propio Darwin descubrió que la evolución en realidad es aleatoria y no dictada por alguien para conseguir un fin. De las innumerables mutaciones que existen en el mundo natural, algunas sobreviven y otras no. El drama de la Vida es impredecible y no existe un guión dictado por alguien que se sigue al pie de la letra. Es lo que observamos, y fuera de los ámbitos religiosos, no existe nada que nos indique que estemos equivocados.

El telescopio espacial Hubble es uno de los modernos instrumentos que nos permiten ver las regiones más antiguas del Universo, a través de miles de millones de años-luz de distancia.


Si estas especulaciones son falsas, entonces o la Religión es falsa o la Ciencia es falsa.

aldoloup@hotmail.com

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1 Comments:

At martes, 25 septiembre, 2007, Blogger Pax said...

Notable!

 

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